domingo, 27 de enero de 2008

Comisión de sanidad

Los equipamientos insistentemente reclamados por los vecinos, porque afectan directamente a su calidad de vida, son los centros de salud y hospitales. Sin embargo, las administraciones responsables no les dan prioridad, lo que evidencia un auténtico "caos" de la prestación sanitaria en nuetra ciudad.
Sin embargo, el Ayuntamiento, que debe garantizar suelo en las debidas condiciones a la Conselleria de Sanitat, que es quien construye y debe incluir consignación en los presupuestos de la Generalitat, alega que cuando hay suelo no hay presupuesto y cuando hay presupuesto no hay suelo. Si todos estamos convencidos de la importancia de tener una buena y competente sanidad, qué pensarán las familias con un miembro con poca salud, minusvalía, enfermedad mental, etc. Ahora que está de moda el hablar y hacer campaña electoral basándose en la economía imaginemos qué ocurriría si se privatiza toda o parte de la sanidad.
Nosotros, dentro de nuestras posibilidades, solucionaremos nuestra economía cambiando nuestras dietas, asistiendo una vez al mes al cine en vez de cuatro, reduciendo el tiempo de vacaciones, alargando la vida de nuestra ropa y enseres, etc. En una palabra apretándonos el cinturón. Pero nunca seremos capaces de asumir el gasto de sanidad si ésta se privatiza.
Haciendo un poco de historia, desde la llegada al poder del Partido Polular en 1995, y durante el gobierno Zaplana, éste no programó ni un solo centro de salud en Valencia: seis años de promesas y ni un solo proyecto ejecutado. En concreto, en Malvarrosa estuvimos tres años con el centro de salud "apuntalado" (con riego de accidente) hasta que, en 1999, la Generalitat incluyó consignación presupuestaria para repararlo. Sin lograrlo. La Generalitat incluyó en sus presupuestos de 2001, de fecha 25/10/00, 300 millones de pesetas para un nuevo centro, pero los solares no fueron solicitados por la Conseleria de Sanitat. Tras años luchando y presionando conseguimos que "costas" cediera un terreno en la calle Isabel de Villena, frente al Museo Blasco Ibáñez. Sin embargo, el Ayuntamiento alegó daño estético por la cercanía con dicho museo. Una excusa infantil. Y luego más años padeciendo en barracones.
Por fin se aprobó la reparación del centro de salud, se inauguró en el mes de octubre de 2007, y el presupuesto pasó de los 50 o 100 millones de pesetas de un principio hasta los 800 millones finalmente empleados. Estos millones salen de los bolsillos de los ciudadanos, con la decepción añadida de que el centro de salud es un "bunker" sin aire y sin luz natural. ¡A orillas del mar!

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