sábado, 20 de enero de 2007

Por unas plazas dignas: Autogestión de los parques!



Ángel es vecino de la Malva-rosa, le gustan las bellas artes y monta cortos de video sobre algunas de las cosas que pasan a nuestro alrededor.
Toni es vecino del Cabanyal y trabaja de mecánico en un pequeño taller de reparación de bicis.

¿Por qué se os ocurrió?, ¿Cómo vino la idea?, ¿Por qué allí?

Toni.- Hace tiempo me cedieron un local que antes era un taller de forja y tenía un pequeño un jardín. Pero lo tenía abandonado y lleno de chatarra. Yo siempre tenía la idea de recuperarlo y Ángel recogió esa idea y se le ocurrió hacer un taller de talla. En definitiva lo que hemos hecho ha sido recuperar el jardín y darle un toque personal


Ángel.- El Jardín se cierra cuando no estamos ya que dentro están nuestros talleres. Pero cuando estamos allí, las puertas están abiertas y de hecho se pasa mucha gente. Poco a poco lograremos conseguir que sea lo que pretendemos: un lugar de encuentro, relax y frescura dentro del barrio.


La prueba de que es un lugar abierto es que hicisteis una pequeña fiesta para inaugurarlo.

T.- Invitamos a la gente que conocíamos. ¡Comprobamos su capacidad!. Hicimos unas sardinas, hubo música había varios corrillos de tertulia. Un ambiente agradable.
Como no cabíamos salimos a la calle. Cosa que en el Cabanyal está cada vez más difícil. Pienso que hay que volver a sacar las mesitas a la calle, cuando el tiempo lo permite, porque ahora la verdad es que hay que hacer un esfuerzo para poder cenar tranquilamente allí.

A.- Lo más interesante fue que en un momento dado no se cabía en el local: cada uno se trajo su silla y todo el mundo nos sentamos en la puerta a charlar intentando no molestar a los vecinos,.


La realidad del Cabanyal con el nivel de degradación que se está viviendo es un problema para la convivencia. Este proyecto es otra resistencia más a esta situación ¿Lo vivís así?

T.- El jardín y el taller están en primera línea de prolongación de Blasco Ibáñez. Serán las primeras casas que, si tiran el Cabanyal, derribarán. Está allí ofreciendo una referencia más de personas que están trabajando y haciendo cosas a pesar como está la situación. Pienso que es con este tipo de propuestas que se puede recuperar esa vida de barrio.
Ahora mismo hay que hacer un esfuerzo casi militante para permanecer allí. Antes esa zona era parecida a la que tendría un pueblo. Estaba llena de talleres, pequeñas industrias, había una fábrica de hielo de la que ya han tirado el edificio, un horno, un taller de forja,… he visto cómo la gente se ha ido cansando y se ha ido yendo. Podemos vivir en nuestra nostalgia del pasado, pero ahora en el Cabanyal todo está totalmente desfigurado.


Esto del los parques y plazas abandonadas, ¿no es un problema sin importancia que tarde o temprano el Ayuntamiento arreglará?

T.- Yo creo que es algo más para montar la escenografía para que nos vayamos o para que no vivamos con calidad de vida. En el Cabanyal hay un solar porque se ha hecho un derribo. Luego hay otro derribo y aparece un descampado. Luego llueve y se convierte en un fangal.

A.- Para mi un jardín es algo importante. Es un espacio público, un punto de reunión para gente mayor o de todas las edades. Se nos está condenando a descampados.
Quiero animar para que, si las propuestas del Ayuntamiento no nos resuelven nada, hay que inventarse otras soluciones. A través de las Asociaciones de vecinos, a través de fiestas, podemos construir nosotros mismos un jardín. Es otra forma de levantarlo.

T.- Sí que es posible. Hay ejemplos en Sevilla, Barcelona, y aquí en el Cabanyal también se hizo hace unos 8 años: con la gente del barrio cogimos un solar que había dando a Serrería y lo convertimos en un jardín en 3 ó 4 horas: trajeron sus macetas, hicimos banquitos y un columpio. Lo difícil es mantenerlo. Animamos a la gente a que por lo menos lo intente. Como ejemplo, ahí queda.

En la Malva hicimos un par de concentraciones pidiendo unas plazas dignas en las que se hicieron simbólicamente unos pequeños jardines. Y en el Colegio Blasco Ibáñez también se realizó, hace varios años, una concentración con todos los niños y niñas en el que se pintaron árboles en una zona al lado del colegio donde debería haber uno y no un descampado de cemento.

Entrevista realizada por Pau Diaz

1 comentario:

  1. Anónimo10:43 p. m.

    Me parece una iniciativa estupenda. Si los responsables políticos no nos proporcionan unas zonas verdes dignas (y no unos descampados llenos de basura), tenemos que dar ejemplo de implicación y compromiso con nuestro barrio, pasar a la acción y que se les caiga la cara de vergüenza.

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