¿OLVIDAR, SONREIR Y NO MIRAR ATRÁS?

Opinión de un vecino de la Malvarrosa

Vivimos tiempos extraños, sobre todo para nosotros que, por nuestra edad, vivencias y condición social hemos adquirido conciencia cívica y solidaria en esta época…hasta ahora (hablo por mí y supongo que algun@ os veréis también reflejados)vivía para mi entorno, por los míos y para mí…siempre he respetado eso sí el medio ambiente, la relación con mis vecinos(hola…buenos días…adiós...me permite?....quiere sentarse?...usted primero…etc.) y otras cosas que ya todos conocéis porque hemos recibido la misma educación; pero es mala época para batallar por una justicia social, ya que entre otros asuntos, se están dando unas condiciones nunca antes conocidas y que están cambiando nuestro entorno como, repito, nunca antes se había conocido….

Parte de la generación que nos ha estado dando desde hace muchos años clases de moralidad, ahora, por un puñado de dólares se vende, y vende lo que de una forma u otra es de todos; las parcelas que conforman nuestra memoria como ciudadanos de este mundo: “NUESTRA TIERRA”;

Los condicionantes para que esto ocurra los ponen, por un lado, los que tienen el poder para cambiar zonas de protección ó espacio verde por zona urbanizable y no deseando irse de este mundo sin llenarse los bolsillos y como estos últimos están los labradores que son los que han pataleado toda la vida cuando veían peligrar su trozo de tierra, por falta de lluvias, plagas etc.…

Y últimamente el pataleo ha sido por arañar a quien paga, unos míseros euros de más por sus tierras por que se habían enterado que el vecino había cobrado más de lo que demandaban ellos, sí , igual no tengo derecho a juzgarlos por que ellos me dirían que han tenido que luchar toda la vida por mantenerse, pero sí que tengo derecho a opinar y me pregunto ¿Por qué tenemos que vivir justo ahora el fin de la huerta de Valencia?...sé que todo esto ya había ocurrido antes, sé que igual donde ahora mismo escribo estas palabras antes era huerta, sé que lo que ya está hecho no puedo cambiarlo, sé que el progreso entierra el pasado pero también sé que no quiero olvidar lo que va a pasar dentro de muy poco tiempo con nuestra querida zona verde, no quiero sonreír al día siguiente que se carguen la huerta y por supuesto pienso a partir de ahora mirar atrás para aprender de hechos pasados y también cada vez que a mi lado cometan injusticias como la que irremediablemente se va a cometer ahora con la huerta de Alboraya.